Continuamos rescatando en ##MundoArquitectura obras de arquitectura e ingeniería que por su importancia, ingenio o belleza son verdaderas obras de arte. En este caso, os presentamos la Casa Prouvé, que nuestra compañera Marisa Caballero reseña para tod@s nosotr@s:
Hoy vamos a ver la obra más amada por Jean Prouvé: su propia casa en Nancy. Para él significó un proyecto especial que afrontó en una época dolorosa cuando parecía que había fracasado y la ruina le amenazaba. Pensando únicamente en el beneficio, comodidad y calor de su familia, no colaboró nadie en este reto tan personal. Situada en la ladera de una colina con unas magníficas vistas de Nancy, su ciudad, a la que siempre tuvo presente a lo largo de su vida, proyectó una casa que durase únicamente una década.
Excavó una terraza de pequeñas dimensiones y ancló la casa mediante muros de piedra en cada uno de sus extremos. En medio una estructura ligera, con componentes de otros proyectos, el resultado fue una construcción de bajo presupuesto. Como conclusión tenemos un pabellón de planta única.
Un largo pasillo de 27 metros recorría la parte trasera vertebrando la casa. El pasillo está flanqueado por un armario continuo que sirven de guardarropa y estanterías adaptables. En un extremo de la casa se encuentran los dormitorios y el cuarto de baño de dimensiones reducidas.
El cuarto de estar es espacioso con amplios ventanales que te permiten disfrutar de unas espléndidas vistas del paisaje exterior.
Vamos a repasar muy brevemente la figura de Jean Prouvé (París 1901- Nancy 1984), que fue ingeniero, constructor, diseñador, herrero hijo de Víctor Prouvé (célebre ebanista y diseñador de Art Nouveau). Siempre me ha recordado a los grandes hombres del Renacimiento brillantes en múltiples disciplinas. Es célebre por su trabajo experimental en el campo de las viviendas prefabricadas, y todo lo renovador aplicable a la arquitectura, además de tener sonadas colaboraciones con los grandes arquitectos de la época.
Este polifacético personaje fue un adelantado a su tiempo, creó sus propios talleres y de ellos salieron sus experimentos, futuristas casas fabricadas en serie. Sus soluciones estructurales mediante el aluminio y el acero fueron realmente innovadoras. En la Francia de la posguerra había escasez de vivienda y si bien parecía que los proyectos de Jean Prouvé podrían ser una solución, entre la gente no cuajó este recurso práctico y económico. Ante los problemas que se presentaron los inversores se hicieron cargo del negocio y Prouvé perdió no solo su fábrica de Maxéville: también los derechos de autor de gran parte de sus diseños.
Cuando todo parecía perdido, esta ingeniosa, singular y modesta casa “Casa Prouvé”, se convirtió en su buque insignia, la que hizo valorar el talento de su creador, una vez más resurgió de sus cenizas. Posteriormente le encargaron edificios asombrosos como el pabellón para el Centenario del Aluminio en París, la casa del abad Pierre, la sala de aguas termales de Font Cachat en el balneario de Évian entre otros.
Prouvé es una figura legendaria de la vanguardia, ha enseñado a ampliar las fronteras de la ingeniería, de los componentes prefabricados, de la amalgama entre las distintas disciplinas del diseño. También triunfó en política siendo alcalde de Nancy, no podía faltar esa faceta.
Como curiosidad podemos decir que Prouvé nunca estuvo colegiado como arquitecto. Sus obras y sus proyectos experimentales los realizó en colaboración con ingenieros y arquitectos de la época de primera línea. Es considerado una primera figura de vanguardia.
Vamos a disfrutar de las imágenes de esta casa emblemática y de la belleza de sus diseños.



Autora:
FUENTE: CASAS ICÓNICAS (100 obras maestras de la arquitectura contemporánea)
Dominic Bradbury
Fotografías de Richard Powers