Crítica de «Iron Man 3» | MUNDO MULTIMEDIA

Nuestra compañera Miriam Lake nos trae la crítica de «Iron man 3», la nueva película de la saga Marvel dirigida por Shane Black. 

Leyendo blogs de cine esta semana, me he encontrado con muchos post desalentadores a cerca de la tercera película sobre Tony Stark y Iron Man 3. El enfado principal de algunos fans parece ser por la «ausencia» del traje en la película. Dichas opiniones nada tienen que ver con los trailers y post hechos por webs especializadas del celuloide que hablan, entre líneas, de una maravillosa entrega que superará las expectativas del fan más exigente de Iron Man. Así que, entre tanta contradicción, me lié la manta a la cabeza (es una aventura ir al cine hoy en día, con los precios que manejan, todo sea dicho) y me fui a verla.

Como amante de los cómics y el cine, confieso que me he encontrado con una película diferente a lo que los Marvel Studios nos tiene acostumbrados con este héroe.

Aunque Shane Black no se desvía de la dinámica creada por su ex director Jon Fravreau, el cual sigue participando como productor y actor en esta tercera película, sí le da un toque más humano a un temeroso Tony Stark ante la idea de quedarse solo y/o perder a sus seres queridos. He de confesar que me ha gustado mucho este punto, ya que la chulería, el elitismo y soberbia de Tony Stark a veces resulta un tanto repetitiva (aún siendo rasgos muy marcados en la personalidad del personaje e indispensables para su leyenda).

Soy de esas que cree necesario enseñar más facetas que una de un protagonista. Sobre todo si estás desarrollando toda una saga con dicho personaje como epicentro. Y eso exactamente es lo que ha hecho Shane Black de manera contundente, implicando más a otros personajes y convirtiéndolos en una parte muy importante para que el protagonista lleve a cabo su deber y nos haga sentir identificados al ver que, Tony Stark, es algo más que un egocéntrico superhéroe que se adora así mismo.

 Autora de la reseña: Miriam Lake