- Entrevistamos a Alberto Rueda, que ha reunido en un solo volumen las partes I y II de su saga “Orissa”.
- Un viaje apasionante a la India colonial, con un universo de personajes trabajados al milímetro y un gran esfuerzo de documentación detrás.
- Es una edición especial cuyos beneficios irán destinados íntegramente al centro ocupacional Miguel Montalvo de Madrid.
Tu primera novela, “Orissa”, ocupó ocho años de tu vida, tanto en documentación como escritura. ¿De qué premisas partiste para prepararte en la profunda investigación que requiere una novela histórica tan detallista y rica como es “Orissa”?
Escribir una primera novela es todo un desafío porque hasta que no la ves publicada no tienes la certeza de que sea un proyecto en serio, un proyecto real. Durante ese proceso aparecen una y otra vez las dudas, los altibajos creativos, surgen otras inquietudes por explorar… Sin embargo, siempre he tenido muy claro que la creación de “Orissa” sería un largo camino, intermitente, pero sin retorno.
En cuanto a la investigación, fue un trabajo muy natural. En un principio elegí el entorno geográfico y el marco histórico, y luego fui profundizando en aquellos aspectos que el argumento requería, desarrollándolos con libertad.
¿Cómo comenzó tu interés por la India?
En mi opinión, la cultura de la India es una de las más apasionantes corrientes artísticas del mundo y desde siempre me han encantado sus leyendas, sus tradiciones y su historia. Hay pocos lugares más inspiradores, y a su música, su arquitectura o su pintura me remito. Por desgracia, aún no he podido visitarla, pero espero que eso cambie algún día.

El escritor Alberto Rueda
Para mí los personajes son importantísimos, pues una historia en la que sus protagonistas no consigan conectar con el espectador es una historia muerta.
¿Cómo surgieron los personajes que la protagonizarían, en particular Nagesh, el chico intocable y huérfano? En todos ellos se aprecia una gran profundidad, con una gran riqueza en la comunicación psicológica de sus acciones, lo cual crea una gran sensación de verosimilitud en “Orissa”. Háblanos de ello.
Agradezco que aprecies ese esfuerzo, porque he puesto mucha dedicación en ello. Para mí los personajes son importantísimos, pues una historia en la que sus protagonistas no consigan conectar con el espectador es una historia muerta. En “Orissa” cada personaje tiene su propia personalidad bien definida, son personas con las que puedes simpatizar muy rápidamente u odiarlas con la misma rapidez. Quiero que mis personajes te hagan reír, te hagan llorar, te hagan sentir frío o hambre…, y con cada pasito espero estar más cerca de lograrlo. En “Orissa” tienen mucho peso los monjes, algunos personajes muy especiales como Shaana, Shalim, Umed, la señora De Vellis… Cada cual tiene su favorito. Respecto a Nagesh, me interesaba crear un personaje evolutivo, partir de un niño indefenso que pierde todo en su vida y que poco a poco va convirtiéndose en un ser fuerte y decidido.
Escribir una primera novela es todo un desafío porque hasta que no la ves publicada no tienes la certeza de que sea un proyecto en serio, un proyecto real.
En ella el lector puede aprender mucho sobre la estructura social india, así como de su historia reciente, en particular la India colonial. ¿Esperabas que el lector se sorprendiese con las restricciones de cada casta, la segregación, la falta de posibilidades para los parias o intocables, etc.?
Una de las intenciones que subyace bajo el tapiz literario de “Orissa” es denunciar cualquier forma de discriminación humana, ya sea religiosa, cultura, social o de género. La segregación en castas y la figura de los intocables como forma de degradación absoluta me parecieron la solución perfecta para mezclar todos esos ingredientes, sabiendo que aunque la historia tuviese lugar hace más de un siglo, su esencia sigue por desgracia muy vigente en nuestros días.
Orissa se compone hasta ahora de dos partes que has reunido recientemente en una sola dentro de un volumen especial cuyos beneficios irán destinados íntegramente al centro ocupacional Miguel Montalvo de Madrid. Háblanos de ello.
En realidad, escribí “Orissa” como una sola historia, sin pensar en ningún tipo de división. Sin embargo, al llegar el momento de su publicación, vi que era inviable hacerlo en un solo volumen y a la vez, que había un punto intermedio en el argumento que marcaba un antes y un después bien diferenciados. Patricio Clarey ya tenía casi lista la portada, por lo que le propuse la creación de otra igual, pero en versión oscura, para ilustrar el segundo tomo. Le pareció también buena idea, así que la solución se tornó en obvia.
Meses después de la publicación de “Orissa”, visité una exposición de cuadros y fotografías realizadas y protagonizadas por personas jóvenes con algún grado de discapacidad psíquica (podéis ver una muestra en www.artedown.com) Vi el dibujo de Elvira y pensé en la opción de utilizarlo como portada en una versión especial. Cuando llegué a casa, remaqueté la novela con una letra más pequeña y unos márgenes menores, hasta encajarla en el número máximo de páginas permitido por la imprenta. Contacté con la asociación a la que pertenecía la autora del cuadro y con su tutora, y a todos les pareció bien. Así que tiramos para adelante. Obviamente, los beneficios de autor por su venta son casi anecdóticos, pero a mí me gusta mucho cómo quedó y a Elvira le hizo también mucha ilusión ver su arte en un libro.
Una de las intenciones que subyace bajo el tapiz literario de “Orissa” es denunciar cualquier forma de discriminación humana, ya sea religiosa, cultura, social o de género.
La esclavitud infantil que tan bien retratas es una realidad hoy día en muchos países del mundo. ¿La Historia se olvida de los más desfavorecidos?
Podrán pasar miles de años y el mundo seguirá gobernado por cobardes y egoístas. Y una sociedad que no cura su gangrena es una sociedad que nunca estará sana. No se concibe que en la actualidad se siga abusando de menores, se utilicen como soldados en guerras que no entienden o se esclavicen cosiendo camisas para nuestras más admiradas firmas y empresarios. Es algo a lo que, sinceramente, no le veo solución a corto plazo.
¿Cuáles dirías que son los/as autores/as que más te han influenciado como escritor?
Aunque no tengo ningún escritor favorito, en mi última etapa he disfrutado mucho con Murakami, creo que tiene un don especial que muy pocos escritores poseen. Y luego, algunas obras que me vienen a la memoria pertenecen, por ejemplo, a Torcuato Luca de Tena, Hermann Hesse o John Kennedy Toole. Me suelo decantar por libros variados, huyendo de las modas que imponen las editoriales, salvo honrosas excepciones como Los Pilares de la Tierra.
Podrán pasar miles de años y el mundo seguirá gobernado por cobardes y egoístas. Y una sociedad que no cura su gangrena es una sociedad que nunca estará sana.
¿Qué planes literarios tienes para el futuro?
Actualmente estoy trabajando en una nueva novela de la que poco puedo adelantar, salvo que nada tiene que ver con “Orissa”. Espero tenerla lista en unos meses y ya veré qué hago con ella. También tengo otras ideas interesantes para desarrollar, que el tiempo dirá si ven la luz o se quedan en el tintero. Lo bueno de autopublicarse es que nada ni nadie te ata y eres tú quien elige qué hacer con tu obra y cómo hacerlo. Lo que tengo claro es que seguiré escribiendo mientras disfrute con ello y haya alguien a quien le guste el resultado.
¿Crees que las redes sociales son útiles para los escritores hoy día?
Sin duda, aunque de forma limitada. Somos muchos los que publicamos nuestras novelas y muchos los que nadamos en esa especie de mar a la deriva que son las redes sociales. Lanzamos mensajes en botellas intentando llegar a todo el mundo para hacerles ver que nuestra historia es especial, que no se equivocarán con ella. Pero hay que ser realistas y entender que todo eso es muy complicado, que el éxito se consigue, si se consigue, después de mucho trabajo y tiempo. Por eso hay que cuidar el detalle. No preocuparse de llegar rápidamente a grandes masas, sino de ir fidelizando a pequeños lectores. Personas que al acabar tu último libro se interesen por cuándo sale el siguiente.
¿Qué no se ha dicho sobre “Orissa”?
Que su lectura provoque indiferencia.
Leer la reseña de «Orissa»
Compra el libro en eBook
Compra el libro en formato impreso
Biografía del autor: Alberto Rueda
Alberto Rueda. Avilés, 1980. Desde hace diez años trabajando de analista informático en el sector aeronáutico, ocupación que alterna con su pasión por la escritura. Tras ocho años de cuidada preparación publica Orissa, una historia hermosa, enigmática y emocionante en la que la conjura y la ambición se funden con unos sentimientos intensos y cercanos. Orissa es capaz de deshojar en la alternancia de su torrente narrativo lo visceral y lo sensual, lo crudo y lo delicado, el odio más arraigado y el amor incondicional. Orissa te devolverá la pasión por la lectura.
El escritor Alberto Rueda
Enlaces de interés