Hoy nos acercamos a Estambul, un lugar lleno de contrastes pero también de belleza, de la mano del periodista y escritor Javier González-Cotta y su libro «Estambul. Paseos, miradas, resuellos» (Editorial Almuzara). Este gran conocedor de la ciudad nos desgrana en un libro lleno de reflexión una ciudad que no deja indiferente a sus visitantes, aproximándonos además a los lugares de Estambul menos conocidos.
Javier González-Cotta nos cuenta que en el viaje del paso del ecuador de su carrera (1989-1994) sus compañeros decidieron visitar Estambul. Él rehusó unirse al grupo (era joven y estaba firmemente decido a ser infeliz). Evidentemente hoy lamenta haber tomado esa decisión, nunca conocerá cómo era la ciudad en 1990. Desde 2008 la ha visitado frecuentemente, pero ahora es un contenedor de 12 millones de habitantes.
Comienza así un libro que es una guía de viajes -en ningún momento un libro de viajes- pero también un libro sobre una ciudad íntimo y documentado. Con él visitaremos los rincones de Estambul lejos del turismo de masas; no veremos el Gran Bazar, pero sí el Puente de Gálata, con sus eternos, serios y tristes pescadores. Es invierno, la lluvia y el frío están presentes en sus calles y en sus habitantes, una mezcla de razas y credos que luchan en su gran mayoría por subsistir. “La luz predominante entre el plomo líquido y un verde oliváceo es lo que podemos llamar la luz del Bósforo, es una luz carente de alegría, que refleja la apatía y la desherencia de la ciudad”, las limosnas de la báscula, los atardeceres en los astilleros del Cuerno de Oro, el crecimiento de la ciudad, descontrolado y cruel. Un sinfín de cosas sorprendentes en la parte oculta de la urbe y en la periferia lejos del turismo de masas.
Según nos perdemos por sus calles el autor nos explica no solo el paisaje, sino también la historia de esta ciudad, así como los diversos personajes que la han visitado, vivido y la han perpetuado en sus escritos, siempre atraídos por su misterio.

El Bósforo
Veremos sus gatos mimados, sus perros maltratados, conoceremos las derruidas murallas de Bizancio la historia que encierran. El Bósforo, una atarazana flotante, cuyas aguas surcan buques de todo el mundo y la estación de Haydarpasa, por su emplazamiento y arquitectura, una de las más bellas del mundo, se alza sobre miles de pilotes de madera clavados sobre el fondo del Mármara. Sus bellos atardeceres, las crónicas y reflexiones de viajeros de ayer y de hoy, especialmente las del Nobel Orhan Pamuk.
En la estación de Sirkeci sentiremos nostalgia (aunque el autor diga que esta es una apariencia engreída de la fatiga) del Orient-Express, motivo de inspiración para Agatha Christie, Graham Greene, Apollinaire con “el tren de reyes y el rey de los trenes”; como contrapartida, Gautier o Flaubert abominaban de él. Estambul es algo más que una bisagra entre oriente y occidente, es un estado de ánimo.
El autor hace gala de un fino humor, a veces negro, que te hace muy grata su lectura. Ha tardado dos años en escribirlo, pero el resultado es magnífico. El libro, editado por Almuzara, contiene un cuadernillo de fotografías que complementan perfectamente los capítulos.
Después de leerlo puedo decir que es muy recomendable llevarlo si pensáis visitar la ciudad, os hará descubrir un Estambul diferente.
Autora de la reseña:
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EL AUTOR: JAVIER GONZÁLEZ COTTA
Javier González Cotta (Sevilla 1970) es licenciado en periodismo por la universidad de Navarra. Ha ejercido como crítico literario, articulista de prensa, editor de revistas culturales, fotógrafo de ocasión y escritor. Como periodista cultural cofundó en 1998 y dirigió durante años la revista MERCURIO. Panorama de libros. Actualmente entre otros medios diversos, es colaborador asiduo de El Mundo. Es autor del libro de temática viajera Errabundia Express. Con Estambul, paseos, miradas, resuellos inicia un ciclo de libros sobre una ciudad que le atrae de forma vírica y que visita de tanto en tanto. Es buen conocedor de la narrativa turca contemporánea y, especialmente, de la obra del Nobel de literatura Orhan Pamuk.
«Estambul. Paseos, miradas, resuellos»
Hola Javier.Vais a flipar con Estambul. Estuve hace unos af1os y es una de las cidadues que me1s he disfrutado.Aunque, te aviso que yo tengo una habillidad especial para acabar siempre en sitios super cutres y me encantan Si te apetece buscar fotos de gente y de lugares que no sean los me1s conocidos ahed va alguno.Recuerdo un caravasar que hay cerca del bazar de las especias que aunque teneda un aspecto un tanto truculento, teneda su encanto. Estaba que se caeda a trozos, pero molaba. A parte, podedas salir a la azotea y tenedas unas vistas muy majas.En la zona alrededor del puente ge1lata hay (o al menos, habeda) mogollf3n de puestos de comida, tabaco Que te pueden dar mucho juego.Toda la zona alrededor de la mezquita de Soliman el magnedfico este1 plagado de callejuelas y rincones que molaban mucho.Realmente, el mejor consejo que se me ocurre es que os perdais todo lo que podais. Es una ciudad llena de rincones alucinantes. Espero que os lo paseis bien alled y que subas unas cuantas fotos Un saludo.