- Almudena Grandes publica «Los besos en el pan», una novela muy humana sobre la crisis y sus devastadores efectos, pero también sobre la fuerza que tiene el ser humano para superar las dificultades.
- Publicada por Tusquets, hace tan sólo unas semanas, ya va por su tercera edición.
- Escribe la reseña nuestra compañera Marisa Caballero.
Con el fin del verano, este céntrico barrio madrileño recupera aparentemente su ritmo habitual. Los que han podido disfrutar de las vacaciones están de vuelta, como la familia Martínez Salgado. Pepe y Diana dejan a sus padres y a sus hijos en sus respectivos hogares: ¡Que gusto, Dios mío, por fin en casa!
Así comienza la nueva novela de Almudena Grandes, «Besos en el pan», en la que nos irá narrando las vidas de una serie de personas de diferente extracción social y diverso poder adquisitivo. Presidiéndolo todo: la tan cacareada y mal llamada crisis.
La incertidumbre ante el futuro
Veremos cómo esta afecta a los comerciantes “de siempre” del barrio (muchos han cerrado, otros lo están pasando mal), a profesionales de alto poder adquisitivo (que ya no son lo que eran), a trabajadores humildes, a emigrantes… También cómo el yihadismo se convierte en una salida para un adolescente que ve la vida de sus padres rota, lejos de su país, sin dinero y desahuciados. “Los chinos del barrio”, esos trabajadores silenciosos y aparentemente incansables, explotados por las mafias.
Con sensibilidad, la autora nos irá descubriendo el mundo de estas personas que tienen algo en común: la vulnerabilidad. Aunque hasta hace poco muchos de ellos creían ser intocables, no hay hogar que no se haya resentido con la bajada de sueldos, despidos, recortes, paro, precariedad laboral, engaños bancarios… La incertidumbre ante el futuro se ha convertido en una señal de identidad del país. Nos dice Almudena Grandes que “los malos” no aparecen en la novela, todos sabemos quiénes son (también añadiría que no han devuelto lo robado).
“Después, alguien nos dijo que había que olvidar, que el futuro consistía en olvidar todo lo que había ocurrido. Que para construir la democracia era imprescindible mirar hacia delante, hacer como que aquí nunca había pasado nada. Y al olvidar lo malo, los españoles olvidamos también lo bueno. No parecía importante, porque, de repente, éramos guapos, éramos modernos, estábamos de moda… ¿Para qué recordar la guerra, el hambre, centenares de miles de muertos, tanta miseria?
Así, renegando de las mujeres sin abrigo, de las maletas de cartón y de los besos en el pan, los vecinos de este barrio, que es distinto pero semejante a muchos otros barrios de cualquier ciudad de España, perdieron los vínculos con su propia tradición…”
El carrusel de sus vidas
Como en un carrusel veremos cómo las vidas de nuestros personajes, giran, se entrecruzan y sacan fuerzas no se sabe de dónde. El desamor no les hunde y el amor es capaz de renacer dentro de ellos. También contemplamos el hambre en los colegios. La generosidad de unos como, Sofía, maestra, Pascual, el del bar, Amalia la peluquera, Marisa la prometedora periodista de Telemadrid, víctima de un ERE, el desgraciado Antonio, la desencantada Mª Engracia, y otros personajes que en historias aparentemente independientes van apareciendo a lo largo de la novela. Es la historia de muchas historias.

Barrio de Malasaña, en Madrid
Aunque el tema es duro, es un canto a la solidaridad, a la superación, a las ganas de luchar. Muestra la rabia que encierran las víctimas de este expolio. El barrio se defiende, los jóvenes se comprometen, la solidaridad nace incluso entre aquellas personas que únicamente vivían para el lujo y el gasto desmedido.
“En la peluquería, en el bar, en las oficinas o en el centro de salud, muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, llena de indignación y rabia, pero también de ternura y tesón.”
«Los besos en el pan», un alegato a la dignidad
La autora consigue hacer poesía de lo cotidiano, y con un lenguaje coloquial te mete de lleno en la fuerza que tiene el ser humano para superar las dificultades, la ilusión de la juventud, el compromiso de los ancianos, la desdicha de la emigración. Cómo se van superando los miedos, esos que los interesados no quieren que se pierda.
En el libro contemplaremos a tres generaciones: abuelos, padres y nietos formando una piña y luchando contra el desastre. También a la importancia de los centros okupas en los barrios.

Casa Okupada en Madrid
Su título “Besos en el pan” nos hace recordar cómo muchos hemos visto a nuestros abuelos o padres, besar el pan, algo incomprensible para los más jóvenes, pero es que con frecuencia el bendito pan faltaba en muchos hogares. También nos recuerda cómo en los años sesenta del siglo XX en España la curiosidad era un vicio peligroso, más valía no preguntar sobre los personajes de las fotos guardadas con cariño y sobre los que nadie hablaba.
La novela es un alegato a la dignidad, un manifiesto de la rabia que provoca una situación de emergencia social. Esperemos que la autora no peque de optimismo y la realidad sea cómo la que nos narra Almudena Grandes en Los besos en el pan publicada por Tusquets Editores, que la solidaridad y la dignidad se impongan.
Autora de la reseña:
BIOGRAFÍA DE LA AUTORA: ALMUDENA GRANDES
Se dio a conocer en 1989 con Las edades de Lulú, XI Premio La Sonrisa Vertical. Desde entonces el aplauso de los lectores y de la crítica no ha dejado de acompañarla. Sus novelas Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón y El corazón helado, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la han convertido en uno de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea. Varias de sus obras han sido llevadas al cine, y han merecido, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. En 2010 publicó Inés y la alegría (Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz), primer título de la serie Episodios de una Guerra Interminable, a la que siguieron El lector de Julio Verne (2012) y Las tres bodas de Manolita (2014).