- Minna Lindgren publica «Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta» (Suma de Letras), novela que continúa una trilogía que abría con “Tres amigas y un cocinero muerto”.
- Una novela en la que la autora mezcla con acierto una trama detectivesca con las dificultades que la vejez conlleva.
- Además se realiza un crudo retrato de la realidad social finlandesa, donde los servicios públicos se han ido deteriorando hasta límites insospechados.
- Escribe la reseña nuestra compañera Marisa Caballero:
Los residentes del Centro Residencial Geriátrico El Bosque del Crepúsculo habían disfrutado de una vida tranquila hasta que, en esa especialmente calurosa primavera, comenzaron unas diabólicas obras.
En principio, se trata de una reforma integral de fontanería, pero poco a poco ven cómo la residencia va cayendo a pedazos, extraños personajes entran y salen de las habitaciones, pertenencias de los ancianos desaparecen… Si a eso le sumamos el ruido y el polvo, la vida de los residentes se ve más que afectada. Para colmo la directora del centro les recomienda que pongan sus objetos de valor a buen recaudo. La solución alternativa que les propone es económicamente prohibitiva.
Siiri, Imma y Anna-Liisa: intrépidas nonagenarias
Siiri, Imma y Anna-Liisa, intrépidas, divertidas, inconformistas y nada convencionales nonagenarias protagonistas de esta historia -y ya conocidas por el primer libro de la trilogía (“Tres amigas y un cocinero muerto”)-, deciden tomar cartas en el asunto cuando el joyero de Anna Liisa desaparece.
Siiri propone alquilar un piso compartido (junto al embajador y marido de Anna-Liisa), se unirá a la aventura Margit, obsesionada con la muerte ya que su marido se encuentra en situación terminal y no recibe la atención digna que merece. Será el embajador quien les consiga un piso peculiar de su propiedad y allí irán nuestras intrépidas ancianas.

Helsinki
Una trama detectivesca que invita a la reflexión
Estos son los ingredientes iniciales de una novela en la que la autora mezcla con acierto una trama detectivesca (nuestras protagonistas se enfrentarán a un caso criminal que deberán resolver) con las dificultades que la vejez conlleva (pérdida de memoria, etcétera), todo tratado con gran sentido del humor y unos diálogos chispeantes que te hacen sonreír con frecuencia y siempre presente el drama de una vejez minusvalorada, manipulada, y olvidada por familia y Estado.
Como telón de fondo el joyero y la mafia que se mueve al alrededor de nuestras protagonistas. Las muertes misteriosas que se van sucediendo y el joyero que cual Caja de Pandora encierra cosas sorprendentes, a eso se une el descubrimiento de los secretos que rodean las más que sospechosas obras de su residencia que encubren otras actividades.

Mercado de Hakaniemi (Helsinki)
Minna Lindgren y su retrato de la sociedad finlandesa
Minna Lindgren nos muestra a lo largo de sus treinta y ocho capítulos y trescientas ochenta y una páginas una sociedad en la que los servicios públicos de la tan avanzada Finlandia se han ido deteriorando hasta límites insospechados. Son estremecedoras las escenas de la asistencia a domicilio que el Estado proporciona, la pobreza en la que se desarrolla la vida de los emigrantes, los contratos precarios de los que malviven miles de personas, el estado de desatención de los enfermos terminales, el poco valor que se da a la vejez, de la que se desprecia todo, se ignora socialmente y a la que se saquea hasta el último céntimo.
«Casi había empezado a odiar la prosperidad, esa infinita sobreabundancia que había matado a sus hijos a los sesenta años. Debido a ella, nadie tenía tiempo para los demás y a los muertos se los quitaban de en medio metiéndolos en frigoríficos. En la tienda había siete clases de cosas para picar y bolsas de dulces, y era imposible elegir entre todos los tipos de huevos cuando cada opción promovía de distinta manera el bienestar de la gallina o de quién se comía los huevos. Y mientras tanto no había trabajo para jóvenes sanos ni ayuda para los mayores y algunos diseñaban leyes que obligaban a los niños a cuidar de sus padres»
La novela, con su trama detectivesca es un canto a la amistad, al amor, a la generosidad a las ganas de vivir. Te hace reflexionar sobre la eutanasia, la muerte, el comportamiento familiar y social con los ancianos, al desprecio hacia su experiencia, todo visto a través de estas simpáticas, luchadoras y vitalistas abuelas.
Autora de la reseña:
Biografía de la autora: Minna Lindgren
Es periodista y columnista freelance, conocida en Finlandia por su personal estilo de escritura y su irreverente enfoque de temas tan variados como la ópera o la muerte. Además de novelas, ha escrito libros de no ficción sobre cultura y música clásica. En 2009 recibió el Premio Bonnier de Periodismo.
Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta es el segundo título de su “Trilogía de Helsinki” que ha sido un éxito en Finlandia y cuyos derechos de traducción se han vendido por toda Europa.