- Hoy analizamos en #MundoArquitectura una espléndida construcción que trajo consigo una relación cuanto menos polémica entre el dueño de la vivienda y el arquitecto que la diseñó.
- Se trata de la Casa de la Cascada, diseñada por el famoso arquitecto Frank Lloyd Wright para Edgar J. Kaufmann.
- Escribe la reseña nuestra compañera Marisa Caballero.
Edgar J. Kaufmann, dueño de unos grandes almacenes y poseedor de una de las mayores fortunas de Pittburg, se puso en contacto en 1935 con el famoso arquitecto Frank Lloyd Wright, para encargarle un interesante proyecto. Lloyd Wright en ese momento contaba 60 años (un hijo de Kaufmann era alumno de Wright ), y el proyecto consistía en construir una casa en una zona boscosa con bellísimos árboles cerca del Arroyo del Oso a 115 km de Pittburg, donde Kaufmann tenía una cabaña y a la cual tanto él como su mujer les gustaba ir con frecuencia y bañarse en el Arroyo.
Wright gustaba decir «cuando la arquitectura orgánica se ejecuta adecuadamente, el paisaje no sufre jamás ofensa alguna, sino que se desarrolla a resultas de aquella. El buen edificio vuelve el paisaje más hermoso de lo que era antes de su construcción». Las ideas románticas del arquitecto en el entorno idóneo consiguieron cotas jamás superadas.
El proyecto se realiza en 1935 y la construcción de la casa se lleva a cabo entre 1936 y 1937. Desde el principio comenzaron los problemas al deslizarse un grave error en los cálculos del proyecto que dió lugar a fuertes tensiones entre Kaufmann y Wright: la ejecución se iba encareciendo y los dos, debido a su fuerte carácter, no cedían. En el libro «Frank LLoyd Wright y la casa de la cascada» (con la correspondencia entre los dos) es divertido ver cómo va subiendo la tensión entre ellos sin que ninguno de su brazo a torcer.
Pese a todo Wrigth como gran profesional que era tenía claro los deseos de Kaufmann, sabía que le gustaba escuchar el rumor del agua, y esa fue la idea motriz del proyecto. Diseñó el edificio de tres plantas, en pleno bosque, con una serie de terrazas moldeadas en hormigón que se proyectaban hacia fuera y encima de la corriente del arroyo. Tanto cliente como arquitecto quisieron fusionar la casa y el emplazamiento. Pese a todas las tensiones al finalizar la construcción Kaufmann le dijo a Wright: «Mi fortuna me ha permitido tener muchas cosas en la vida, pero ninguna me ha producido mayor alegría que la casa que usted [Lloyd Wright] construyó para mí en el Arroyo del Oso».
La Casa de la Cascada que actualmente alcanza los cuatro millones de visitantes es, sin duda alguna, la casa unifamiliar más visitada y famosa del mundo.
Autora de la reseña:
Fuentes: Casas icónicas 100 obras maestras de la arquitectura contemporánea Dominic Bradbury
Fotografías de Richard Power







Es como un antiguo molino en un río de montaña…me recuerda lugares en la Sierra de Candelario, en la Serranía de Cuenca, cerca del nacimiento del Rio Cuervo…bueno más el primer emplazamiento, en el río Cuerpo de Hombre…en la sierra de Béjar, al lado del Santuario de la Virgen del Castañar…me ha encantado conocer este paraje y esta construcción.
Gracias Emilio, ésta casa es una de las casas más famosas del mundo, el paisaje es idílico y el arquitecto acertó de pleno, Un abrazo,
Marisa
la casa esta padrisima y esta en un lugar lleno de nazrualetaamo esa casa es la mejor del mundo
AMO A WRIGHT, ES DEFINITIVAMENTE GENIAL…..