Hoy iniciamos la semana con un libro lleno de inteligencia, humor y puro surrealismo. Estamos hablando de «Pensamientos para sonreír moderadamente», de Carlos Leal Solar (Oro Libros), que nos reseña Kike Hernández:
[dropcap]C[/dropcap]arlos Leal Solar ya demostraba en 2012, con su primer libro “El bamboleo de la hoja”, que se desenvuelve a la perfección en la literatura del absurdo. Con su debut en el mundo literario, el autor nos presentaba una novela que combinaba humor, intriga y psicología. Un año después publicaba “Pensamientos para sonreír moderadamente” (Oro Libros) y demostraba, de una vez por todas, que estamos ante un escritor maduro y verdaderamente ingenioso: Carlos Leal Solar es autor de una obra particularmente humorística y perspicaz, que surge de su personal carácter y visión de la vida. Para los que aún no conozcáis su obra, esperamos que esta reseña os sea de utilidad.
“Pensamientos para sonreír moderadamente”, que hoy os analizamos, es una obra compuesta por reflexiones de corta extensión pero infinito alcance, que el autor ha ido coleccionando durante años después de ser atrapados en muy distintos soportes. En una de las entrevistas que Carlos Leal Solar concedía durante la presentación de esta obra, declaraba: “Me recuerdo desde muy joven con un bolígrafo (tamaño mini) colgado en el cuello con una cadena y una pequeña libreta. Siempre he tenido la inquietud de buscar una frase ingeniosa o aportar algún punto de vista diferente, pero siempre desde una vertiente divertida o cómica” (IDEAL, 13-12-13). Y, verdaderamente, lo que más derrocha “Pensamientos para sonreír moderadamente” es ingenio y humor.
Es un libro diferente, en el que se sorprenderá al lector, invitándole a imaginar otra realidad ante sí. Aunque su título nos hable sobre todo del componente humorístico del libro (que es una de sus principales bazas, no cabe duda), los “Pensamientos para sonreír moderadamente” tienen un impulso renovador que no nos debe pasar inadvertido. Al igual que los miembros de la Poesía de la Experiencia buscaban conseguir una nueva sentimentalidad, una “sentimentalidad otra”, Carlos Leal Solar nos ofrece un surrealismo otro, un absurdo construido desde una faceta muy nueva, que conecta directamente su mente a la del lector en un plano que para éste había permanecido oculto.
“La dirección de estas calles está cambiada: antes el tránsito circulaba de Norte a Sur, y ahora… lo hace de Este a Oeste”
“El estornudo es el hipo del aura”
“Es tan refinado en la comida que sólo disfruta imaginándosela”).
Para la mayoría de lectores/as de “Pensamientos para sonreír moderadamente”, este libro ha supuesto una sorpresa en todos los sentidos. Por un lado, ha sido sorprendente encontrar a un autor que sabido destilar tanta perspicacia [pullquote-right] «Aunque su título nos hable sobre todo del componente humorístico, este libro tiene un impulso renovador que no nos debe pasar inadvertido» [/pullquote-right] y madurez y, por otro, descubrir la sutil lucidez de un humor personal y nuevo. En “Pensamientos para sonreír moderadamente” hay hueco para todo y para todos. Nada escapa a la afilada ironía del autor, y es que su huida de tópicos y convencionalismos tiene billete solo de ida. La frontera entre el humor y el pensamiento se disipa, demostrando que están fabricados de la misma materia, es decir, la pregunta.
En Carlos Leal Solar podemos encontrar un humor irónico pero amable, sencillo pero concienzudo, cercano pero paradójico. Ramón Gómez de la Serna decía de sus greguerías que eran una mezcla de metáfora y humor (muchas veces humor negro). Metáfora porque el autor atrapa un pedazo de realidad para presentársela al lector bajo otro nombre o apariencia, y humor porque se basa en el ingenio mental y en el asombro y la sonrisa. En los “Pensamientos para sonreír moderadamente” de Carlos Leal Solar también apreciamos la búsqueda de la imagen, la transmisión de una metáfora que se ha transmutado en humor. Los factores causales de sus situaciones han girado como los ojos de un camaleón, de manera independiente, y al presentarse al lector todo está desordenado, dado la vuelta (no en vano en la portada encontramos un camaleón que imita la posición de El Pensador de Auguste Rodin). Como en la visión del camaleón, en este libro todo está girado, todo está descolocado de una manera que nos hace preguntarnos qué es real y qué no lo es. Nos percatamos así de que la realidad no es única, sino que depende siempre de la perspectiva desde la que se contemple. Precisamente, el ingenio de Carlos Leal Solar conseguirá acercarnos a una visión distinta de los hechos comunes, nos regalará una óptica completamente nueva de lo real, que en ocasiones nos hará sonreír pero en otras muchas nos hará también reflexionar hondamente.
[pullquote-left]«Siempre con humor e agudeza, todo parecerá ser lo que no es y no ser lo que es» [/pullquote-left]Y es que para reflexionar hace falta llegar hasta el último rincón de todo, y el humor no es otra cosa que una reflexión nueva sobre un hecho conocido que nos invita a defendernos de ella sonriendo. Un ejemplo de ello sería el escritor y dramaturgo Jardiel Poncela, en el que también encontramos este placer por la ironía y la reflexión aguda en sus aforismos que invitan a pensar (“La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo”, “Hay dos sistemas de conseguir la felicidad: uno, hacerse el idiota; otro, serlo”). Sin embargo, a diferencia de Poncela, en el caso de Carlos Leal Solar su ironía no nace del puro cinismo, sino de la búsqueda activa de nuevas explicaciones, de nuevos contextos que, pese a surgir de lo cotidiano, se proyectan a lo intemporal.
El libro se abre con una primera parte titulada SI NO LO LEO NO LO CREO, en la que el autor manipula con extrema habilidad las situaciones y las palabras. Estructuralmente, Carlos Leal Solar compone esta parte de pequeñas crónicas en tercera persona, muchas veces escritas con estilo periodístico, introduciendo personajes tan variopintos como: espeleólogos, bandidos, agorafóbicos, onanistas, hipócritas, murciélagos, masoquistas… Siempre con humor e agudeza, todo parecerá ser lo que no es y no ser lo que es y, como una bomba que estalla en el último momento, el autor nos pillará por sorpresa en la última línea de cada una de estas pequeñas crónicas para robarnos una sonrisa y una reflexión:
“Lanzó su última granada en su última guerra y se la devolvió su último perro”
“En los pestañeos se quedaba traspuesto”
“No, no hemos empeorado en todo: la nostalgia de hoy en día es mejor”.
La segunda parte del libro se titula (una vez más con gran habilidad) ALTERio y diEGO. El título no podría ser más acertado, pues se compone de diálogos (generalmente de dos frases cada uno) entre dos personajes llamados Alterio y Diego que representan la dicotomía que vive en todos nosotros, de ahí la referencia al álter ego. Como todo el mundo sabe, este término viene del latín y significa «el otro yo», es decir, un segundo yo distinto de la personalidad normal u original de una persona. El término fue acuñado en el siglo XIX cuando los psicólogos comenzaron a describir por primera vez el trastorno de identidad disociativo, en el que los pacientes que tenían un álter ego acostumbraban a llevar una doble vida. Los diálogos entre estos dos personajes, que representan una vez más con gran habilidad el absurdo, parecen nacer de una situación perdida en el tiempo, como si estas dos personas estuvieran tan condenadas a estar juntas y esperar como los personajes de la obra de Samuel Beckett “Esperando a Godot”, pero con una base continua de humor sorprendente y acidez:
ALTERIO: La vida me ha enseñado a callar en muchas ocasiones.
DIEGO: Pero no te ha enseñado en cuáles.ALTERIO: Me gusta el futuro porque en él tengo puestas todas mis esperanzas.
DIEGO: Y es un lugar seguro, pero sólo hasta que inventen la máquina del tiempo.ALTERIO: Tengo el aburrimiento exhausto: hoy no he hecho nada.
DIEGO: Yo lo he hecho todo, y tengo el descanso aburrido.
La tercera parte del libro, (RE)FLEXIONES, está compuesta por aforismos en los que prima el componente reflexivo y existencial. En esta sección el libro, una vez más, vuelve a quebrarnos la cadera en un giro completo hacia un componente netamente maduro y clarificador: encontramos nuevamente la voz de Carlos Leal Solar imprimiendo al texto su ironía y afilado estilo, pero el autor se centra más en reinventar conceptos y en dar respuestas a preguntas milenarias:
“Pensar es ir en contra del equilibrio”
“La capacidad de pensamiento atrapa a las personas en las garras del tiempo”
“La intuición es una lógica que no encuentra las palabras. Es una inteligencia potencial. La intuición nos lleva adonde nos llevaría si la cultiváramos. En ella está el límite de nuestra verdadera inteligencia”.
La cuarta parte, CONVERSACIONES HETERODOXAS, es quizás la más netamente humorística. Se compone de diálogos sobre todo, en los que se persigue la sonrisa del lector con el más divertido absurdo y con frecuentes juegos de palabras:
-¿Te gustó mi libro?
-Desde que lo abrí no lo he podido cerrar.
-No creía que fuera para tanto.
-Pues lo es. Es una edición muy mala y se ha desencuadernado.* * *
Una chica a otra:
-Cuando conoces a alguien, ¿en qué te fijas primero?
-En mi peinado.* * *
-Sólo miento cuando presumo que no me creerán.
-Pero si a ti nadie te cree jamás.
-Precisamente por eso; quiero hacer las cosas bien.
Las últimas partes, SUEÑOS, VIÑETAS y MONÓLOGOS, son breves apuntes que el autor separa del resto porque, efectivamente, responden a una naturaleza creativa distinta. En SUEÑOS se relatan cuatro divertidos sueños del autor, en VIÑETAS se relatan seis situaciones en las que prima el componente visual de la narración y en MONÓLOGOS el autor nos regala cinco narraciones divertidísimas, de más extensión de las habituales, en las que conoceremos a los personajes de Juanito y su flamante mujer, entre otros.
No debemos tampoco dejar de prestar atención a las divertidas fotografías que se incluyen en el libro, que son del propio autor y que, como él declara, “en mi caso es sólo un recurso para la conservación de la imagen-idea en el tiempo”, pero que resultan un añadido perfecto a un libro tan divertido y surrealista.
En resumen, estamos ante un libro que ha sorprendido ya a muchos/as y que está dispuesto también a sorprenderos a vosotros/as. Estamos ante un autor que tiene aún mucho que decir y que en este segundo libro de su carrera, “Reflexiones para sonreír moderadamente”, ha demostrado que sabe bien cómo hacerlo. Su lectura equivaldrá a una apertura de mente obligatoria y, además, tremendamente satisfactoria.
Autor de la reseña: Kike Hernández
BIOGRAFÍA DEL AUTOR: CARLOS LEAL SOLAR
Nació en Bergara (Gipuzkoa). Es profesor de guitarra clásica y ha publicado dos libros hasta la fecha. Desde su infancia estaba fascinado por las frases e ideas provistas de ingenio, por lo que acumuló durante años cientos de ellas en los más variopintos soportes.
Con su primera novela «El bamboleo de la hoja», demostró su pasión por el humor. Con su segundo libro, «Pensamientos para sonreír moderadamente» se ha introducido aún más en el terreno del surrealismo humorístico y filosófico.
leí «el bamboleo de la hoja» y me gustó mucho, no conocía este nuevo libro