Ramón Cernadas Veiga «Mon» es un chico-hombre al que le gustan mucho el senderismo y la fotografía. En su blog «A Paso de Buey» une sus dos pasiones para contarnos sus experiencias senderistas por el noroeste español, es decir, por Galicia. Todo descrito con mucha precisión y abundantes detalles técnicos sobre las diferentes rutas y recorridos.
A mí me parece un tío tranquilo, pero al tiempo muy apasionado, que sabe mucho, y que tiene una forma de hacer las fotos, como «muy de ingeniero» (También conozco a una chica que hace fotografías como «muy de arquitecta». ¡Les va en la profesión!)
Mon ha hecho un descubrimiento histórico para la ornitología gallega y ha podido demostrarlo gracias a unas fotos…¡os lo quiero presentar para que comparta con nosotros este momento tan especial y emocionante!
- ¿Cuándo se realizó el avistamiento?
- M: Fue el pasado 15 de Junio, durante una excursión por los Ancares con mi mujer. Cuando ya emprendíamos la última parte del camino de vuelta, de repente detectamos la presencia de un ave de grandes dimensiones sobrevolando la zona. Su tamaño era importante pero, dado que habíamos visto anteriormente varios buitres leonados, era evidente que se trataba de otra especie. En un primer momento no se me pasó por la cabeza qué ave podía ser, y ante las dudas decidí sacar rápidamente la cámara y tomar unas fotos para verlas en casa con calma e identificarlo.
- ¿Por qué estabas en Ancares y no en Majadahonda?
- M: Soy un apasionado del senderismo y montañismo. En Galicia, como lamentablemente no tenemos mucha montaña, Ancares representa el lugar más idóneo para disfrutar de esta afición, así que todos los años suelo realizar varias excursiones por la zona. En este caso, habíamos planteado ascender a dos de los Picos más emblemáticos, el Cuíña (el pico más alto de Ancares, con 1.992 m.) y el Penalonga.
- ¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue el avistamiento?
- M: Fue muy rápido. Aunque suelo ir atento para identificar qué aves vuelan cerca, en este caso fue casi por casualidad, echando la vista atrás de repente vimos un ave muy grande, con unas características distintas a las de un buitre, pero no teníamos claro de qué podía tratarse. Lo vimos un par de minutos bastante cerca entre el Cuíña y Penalonga, y luego se alejó sobrepasando el cordal de este último pico, pasando ya a tierras gallegas.
- ¿Por qué sacaste las fotos? ¿Ibas con la cámara ya preparada?
- M: Como no lo identificaba, decidí sacar rápidamente la cámara de la mochila. Por desgracia, sólo llevaba un objetivo básico 17-55 y no pude hacer mucho. Lo que me interesaba era disponer de una instantánea para contrastar en casa con la guía de aves, y procuré que en alguna de las fotos se identificase el entorno. De ahí que las fotos cercanas sean de mala calidad, se trata de recortes sobre fotos lejanas.
- A mí no se me habría ocurrido…¡en fin! Ya en casa, ¿cómo se te ocurrió contactar con la Sociedade Galega de Ornitoloxía?
- M: Al ver las fotos y contrastarlas con la guía de aves, desde el primer momento me di cuenta de que era un quebrantahuesos y, aunque no soy experto, sabía que se trataba de un avistamiento raro por la localización. Así que busqué confirmación en algún experto, para salir de la duda, y porque pensé que sería una información importante desde el punto de vista del seguimiento de estas aves, que hasta hace poco estuvieron amenazadas en España. Tengo que resaltar el enorme interés y amabilidad que han puesto tanto Sergio París de SGO como Encarna González de SEO para informarme.
- Y, ¿qué relevancia ha tenido el avistamiento? ¿Por qué tanto revuelo?
- M: Según me informan desde la SGO y también desde SEO, se trata de una rareza por la singularidad de ver un ave de estas características tan fuera de su entorno habitual, y normalmente en el mundillo ornitológico se le da gran importancia a este tipo de avistamientos, creo que ha sido bastante celebrado a nivel regional. La importancia viene dada porque es un clara constatación de la recuperación de una especie muy amenazada hasta hace pocos años, y porque deja abierta una puerta a que en un futuro las montañas de Ancares sean pobladas por este precioso animal. El avistamiento ha quedado registrado en el Noticiario Ornitoxeográfico Galego http://sgo.cesga.es/aves/htdocs/
- Es genial, sin duda ha tenido que ser muy emocionante ir descubriendo poco a poco la relevancia de este hallazgo, y ¿ya sabes quién ha resultado ser nuestro visitante y nuevo amigo?
- M: Sí, se trata de un ejemplar juvenil de Gypaetus Barbatus, de segundo o tercer año, seguramente. Según me han informado en la Fundación para la Defensa del Quebrantahuesos de Picos de Europa, no es ninguno de los liberados en el programa de recuperación en dicha zona, debido a que carece de las bandas alares que aquéllos poseen, así que lo más probable es que proceda de los Pirineos, y se trate de un ejemplar divagante que volverá a su lugar de origen tras un corto período exploratorio.
- ¡Oh, qué pena que se marche!..Bueno, cambiemos de tercio y hablemos de «A paso de buey» tu blog, en él se combinan dos de tus pasiones: la fotografía y el senderismo, ¿cómo surgió la idea de hacer un blog? ¿qué finalidad tiene?
- M: Nació principalmente porque echaba en falta en la red información gráfica sobre rutas de senderismo, en el sentido de que no encontraba sitios que permitiesen al visitante hacerse una idea clara de lo que se va a encontrar en el camino, y porque entiendo que compartiendo estas vivencias también otra gente puede animarse a hacer lo mismo y dar a conocer fantásticos sitios de nuestra geografía que a veces son poco promocionados. Es el caso de la comarca de Liébana, en Cantabria, un tanto eclipsada por el Parque Nacional de los Picos de Europa pero que tiene mucho que ver y disfrutar. Trato de que a través de mi blog otros aficionados puedan conocer mis experiencias y dispongan de la información suficiente para decidir si una ruta les gustará o no, y su grado de exigencia. Además, el blog dispone de información de contacto para que cualquier persona solicite información sobre excursiones, material, gps, etc…y está abierto incluso para organizar salidas en grupo a la montaña.
- ¿Qué es para ti la fotografía? ¿Cuánto de arte y cuánto de técnica crees que necesita un fotógrafo?
- M: Para mí la fotografía representa una forma de expresar cómo veo las cosas, y es una afición que disfruto enormemente, inseparable del excursionismo. Como fotógrafo aficionado me definiría como “paisajista”, es lo que más me gusta. Nunca hay dos miradas iguales sobre un mismo lugar, y lo que intento es guardar siempre instantáneas de cómo percibo yo la montaña.Siempre he pensado que el talento es la principal virtud en cualquier disciplina, aunque soy consciente de que sin dominar la técnica nunca se podrán alcanzar los mejores resultados. Pero hoy en día la edición digital representa una gran ayuda para quitar importancia al factor técnico, aunque en ocasiones esto lleva a que prime la estética ante el realismo. Intento que a mí no me pase, pero reconozco que a veces también caigo en la tentación.
- ¿Qué le aporta la fotografía a un ingeniero?¿Y un ingeniero a la fotografía?
- M: Nunca he reflexionado sobre esta relación, aunque quizás sí existan vínculos. Como ingeniero estoy acostumbrado a trabajar con mucho rigor, orden y planificación, eso podría ayudar en la edición, pero como dije antes todavía me falta el factor talento, para el que ser ingeniero no aporta gran valor.
- ¡No es cierto, usted tiene talento, caballero! ¿Qué equipo sueles llevar en tus salidas a la montaña?
- M: Normalmente llevo mi Canon EOS 450D con el objetivo básico 18-55 IS, y en función de lo que deba cargar en la mochila decido incluir un 55-250 para fotografiar animales. Lo que no falta nunca es el filtro polarizador. Puntualmente, en salidas cortas cerca de casa, me llevo el macro 100mm USM y un flash.
- ¿Cuánto tiempo te sueles pasar en el «Laboratorio»?¿Qué programa de edición utilizas normalmente? ¿Les das algún acabado especial «marca de la casa»?
- M: Lamentablemente no dispongo de mucho tiempo para dedicar a la fotografía, mucho menos del que me gustaría, calculo que puedo dedicar un par de horas por cada día de excursión, no más. Disparo siempre en RAW, y utilizo exclusivamente Adobe Lightroom por su capacidad de catalogación ordenación y porque me gusta el flujo de trabajo y la facilidad para copiar ajustes de una foto a otra, trabajar sobre copias virtuales, etc… En cuanto a mis fotos, busco siempre tratar de transmitir mis sensaciones, mostrar lo que vieron mis ojos. Me gustan las fotos contrastadas, trato de resaltar las texturas y también los cielos a través del uso del polarizador y de degradados en la edición. Pero fundamentalmente me centro en reencuadrar para que los elemento y las líneas de la composición (personas, animales, caminos, etc…) aporten algo de ritmo y perspectiva al paisaje. Mi principal problema es disparar sin trípode, algo que resulta imprescindible para fotografiar buenos paisajes con diafragmas cerrados y grandes profundidades de campo, y por ello es difícil manejar correctamente el enfoque.
- ¿Qué buscas conseguir con tus fotografías: atrapar el momento, compartir paisajes…
- M: Las dos cosas. Intento reflejar mis sensaciones, que vivo intensamente en la montaña, a través de instantáneas, aunque es difícil ser capaz de transmitirlo. Y también intento que las fotografías resalten las principales características de los lugares por los que me muevo, para que al compartirlas la gente pueda hacerse una idea de lo que le espera si se decide a realizar esa excursión.
- ¿En qué fotógrafos encuentras tu inspiración?
- M: Obviamente Ansel Adams es uno de los referentes, no sólo por ser una de las principales figuras en la evolución de la fotografía en todos sus ámbitos y por ser considerado uno de los mejores fotógrafos de la historia, sino también porque su trabajo se fundamentó en el paisajismo, que supo retratar como nunca nadie lo ha vuelto a conseguir. Otra referencia es Galen Rowell, escalador, montañista y fotógrafo de naturaleza, lamentablemente fallecido en 2002. Sus libros son excepcionales, no sólo por la calidad de las fotografías sino por cómo transmiten la esencia de su espíritu aventurero. En España, José Rico Teba y José B. Ruíz son los maestros de fotografía de naturaleza que más sigo. Y no puedo dejar de hablar de Víctor Rivera quien, además de buen amigo, es un excepcional fotógrafo en cualquier disciplina. Admiro enormemente su capacidad para ver lo que los demás pasamos por alto, y su talento para transmitirlo.