Alessandro D’Avenia ha publicado nueva novela: “Cosas que nadie sabe” (Grijalbo). Su primera novela “Blanca como la nieve, roja como la sangre” (Grijalbo 2010), obtuvo una excelente acogida entre la crítica y los lectores, consagrándole como el gurú de los jóvenes de Italia. Esta es un segunda novela, una bella historia sugerente y sensible que nos sumerge en el mundo de la adolescencia, pero también en el difícil mundo de los adultos que, pese a estar perdidos, en muchas ocasiones tienen que servir de guías. Reseña a cargo de Marisa Caballero. (+RESEÑAS UNIVERSALES)
Marguerita cumple catorce años y está sentada a proa. Es feliz. Sus ojos verdes, su pelo negro, toda ella resplandece cuando mira a su padre. La madre, Eleonora, se ha quedado en casa con el hijo menor, Andrea. Comienza para Marguerita una vida nueva: dentro de pocos días irá al instituto. Cuando su padre la levanta y la abraza ella sabe que es “la perla” (es lo que significa su nombre) más bella del mundo. Habla con su padre de sus miedos ante el cambio de vida, y el padre le asegura que siempre estará con ella. Pero hoy su padre se ha marchado. No se ha despedido de nadie, no contesta al teléfono. En el trabajo ha dado orden que no le pasen ninguna llamada de su familia. Nuestra niña se refugia en el armario de su madre y se pregunta ¿qué ha pasado con el mundo que me habías prometido?
El profesor con el que pocos días después se encontrará nuestra protagonista en el instituto y será determinante para ella, atraviesa Milán en su bicicleta negra como Don Quijote a lomos de su Rocinante. Es licenciado, ha aprobado unas oposiciones duras, es profesor de lengua interino, este año le han llamado para una suplencia durante todo el curso, no ganará más de quinientos euros al mes, que se los llevará prácticamente el alquiler, pero a él parece bastarle sus libros y el amor de Stella: ella trabaja en “El Parnaso Ambulante”, una pequeña librería familiar. ¿Serán suficientes para ella estas dos cosas?
El primer día del curso ha sido un infierno para Margherita, como era de esperar. El dolor que siente por el abandono del padre se ha impuesto sobre todo lo demás. Ha quedado como el bicho raro de la clase, pero no todo es malo: ha conocido a Marta, su simpática y vitalista compañera obsesionada con los horóscopos, que le será de gran ayuda.
En cuarto de secundaria a Giulio no le han ido mejor las cosas. Es un lobo solitario. Abandonado por su madre al nacer, ha ido de uno a otro hogar de acogida, y harto de malos tratos por fin está en una casa tutelada. En el recreo se ha fijado en nuestra protagonista, acostumbrado a observar el lenguaje corporal ha adivinado que es una persona que sufre, ve pasar al nuevo profesor de lengua y piensa que se lo comerán vivo.
Margherita evita ir a su casa. Con la dureza propia de la adolescencia culpa a su madre de la huida del padre. Va a casa de su abuela Teresa una vieja y sabia siciliana que habla con la nieta mientras cocina sus maravillosos guisos y la recomienda ir a buscar a su padre.
Su hermano Andrea ha comenzado el parvulario y está entusiasmado. Su profesora descubre que tiene un talento innato para el dibujo y el crío se refugia en sus lápices de colores y en el amor de su madre. También está triste, no juega con otros niños.
Marta lleva a nuestra protagonista a su casa. Su madre, Marina, la recibe con cariño igual que el padre y los hermanos, allí Margherita encuentra un refugio y una válvula de escape para su frustración, pero sigue culpando a su madre de su desgracia.
El padre de Margherita se enamoró de otra, más joven, y huyó sin tener en cuenta nada más. Pese a todo, la abuela recomienda a su hija Eleonora que vaya en su busca y le haga volver.
La niña descubrirá un mundo nuevo no solo en la amistad con Marta, también a través del profesor de lengua que abre ante ella nuevos horizontes, pero sobre todo en su gran primer amor, el guapo Giulio. Con él se lanzará en una loca aventura que les llevará hasta Génova y pondrá en peligro sus vidas para recuperar a su padre. Además la madre de Marta (Marina) y Eleonora acabarán siendo amigas en su común afán por ayudar a nuestra protagonista.
El profesor de lengua también tiene sus problemas. Stella está cansada de su falta de compromiso y ha decidido romper con él. Ya veremos cómo sale de esta.
Contemplaremos a través de toda la novela el doloroso proceso de nuestra adolescente que se ve obligada a alcanzar la madurez de la forma más brutal. Es una bella historia sugerente y sensible que nos sumerge en el mundo de la adolescencia, pero también en el difícil mundo de los adultos que, pese a estar perdidos, en muchas ocasiones tienen que servir de guías.
Autora de la reseña:
Compra el libro ahora
EL AUTOR: ALESSANDRO D’AVENIA
Alessandro D’avenia, de treinta y cuatro años y doctorado en Letras Clásicas, da clases en un instituto y es escritor y guionista.
Su primera novela “Blanca como la nieve, roja como la sangre” (Grijalbo 2010), obtuvo una excelente acogida entre la crítica y los lectores, consagrándole como el gurú de los jóvenes de Italia. Además ha sido objeto de una adaptación cinematográfica de inminente estreno.
“Cosas que nadie sabe” se ha convertido también en un best seller en Italia y los derechos de traducción se han vendido en doce países.