- «Suero de una noche de verano» es el nuevo libro de Enfermera Saturada, que desde hace años retrata con grandes dosis de humor la realidad de la precarización laboral en el sector sanitario.
- Satu, la Enfermera Saturada, la Florence Nightingale de las redes sociales, vuelve a la carga con un libro más ilustrado y colorido que nunca.
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Satu continúa con su lucha infatigable para hacerse hueco en un hospital de la sanidad pública. Ahora está en Madrid, es verano, ha encontrado un apartamento en Malasaña, ha recibido una llamada de la mujer de la bolsa de trabajo para una sustitución, está libre sentimentalmente -pocos aguantan el desarreglo de horarios de una enfermera precaria-, es decir que se siente casi feliz.
El hospital está cerca de su domicilio, lo que augura un verano con guardias interminables, más ingresos económicos para cuando llegue la larga travesía del desierto, es decir, los tiempos de precariedad existentes entre periodos vacacionales (únicamente la llaman en Navidad, Semana Santa y verano)
Satu ha recorrido prácticamente toda España en estos diez últimos años haciendo sustituciones, ha sido hasta enfermera de crucero, siguiendo al increíble Jean Paul; la relación no duró y Satu echó anclas en Madrid. Malasaña ha sido un bálsamo para su corazón.
Y así, con gracia y desenfado, Satu, la enfermera saturada, nos introduce en los mil y un avatares que las suplentes deben sortear, con contratos precarios, horarios imposibles, relaciones con las compañeras, con las supervisoras que suelen ser un hueso duro de roer, las deficiencias hospitalarias, los modestos congresos a los que pueden asistir.
Es un libro que te descubre con ironía lo difícil que es trabajar en un hospital, atender a pacientes que con frecuencia creen saber más que tú
La vida privada merece un sesudo estudio. Los vecinos miran con mala cara a esa joven que regresa a casa por la mañana, despeinada, con ojeras que parecen gafas. ¿Y si acabases empadronándote en el hospital? ¿No le luciría más el tiempo y el sueldo? Se pregunta Satu.
Si tienes suerte puedes hacer amistad para ir de marcha con alguna vecina. Satu ha visto que han llegado tres chicas a su casa, una andaluza, una vasca y otra catalana – parece un chiste de Eugenio, tal vez pudiese salir de copas con ellas. Al enterarse que son residentes, su gozo en un pozo, están más atadas al hospital que ella.
Satu ha recorrido prácticamente toda España en estos diez últimos años haciendo sustituciones, ha sido hasta enfermera de crucero
Con bellas ilustraciones y anécdotas que te hacen reír continuamente nos preguntaremos sobre Satu: ¿habrá conseguido plaza fija, o seguirá su itinerante camino? ¿Habrá encontrado el amor entre turno y turno? ¿Tendrá taquilla propia? ¿Reúne las condiciones para ser algún día supervisora?
Es un libro que te descubre con ironía lo difícil que es trabajar en un hospital, atender a pacientes que con frecuencia creen saber más que tú. Manipular aparatos que no funcionaron bien ni de nuevos, y saber salir en urgencias de situaciones comprometidas. Y la precariedad económica, íntimamente ligada a la laboral-.
Y conseguir que todo esto te compense en aras de una vocación que a veces semeja una maldición. Pero cuando llega septiembre y con él el final del contrato, Satu agradece el verano que le ha permitido conocer y enriquecerse de personas y situaciones difíciles y también que el mundo es mejor saborearlo que comérselo y seguirá pendiente de la próxima llamada y de las próximas oposiciones.
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