- Hoy visitamos Valldemosa, en la Isla de Mallorca: uno de los pueblos más elegantes y pintorescos de Mallorca.
- Nuestra compañera Mariana Campos nos llevará a conocer sus callejuelas llenas de flores, su estupenda oferta turística y sus impresionantes paisajes.
Un hermoso camino enmarcado en verdes montañas con dirección a la sierra de Tramuntana, nos llevará a uno de los pueblos más elegantes y pintorescos de Mallorca, se le conoce con el nombre de Valldemosa, un lugar lleno de vida en cualquier época del año.
A escasos 20 minutos en coche desde Palma, se encuentra este municipio español situado en la parte occidental de la isla de Mallorca, en la comunidad autónoma de Islas Baleares. El abarca una superficie de 43 km2, está a unos 413 msnm y le debe su nombre a un terrateniente moro llamado Muza.
Valldemosa es un pueblo de calles empedradas, todas adornadas con macetas y azulejos en honor a su patrona Santa Catalina. Podemos apreciar su riqueza natural por todas partes, pues está rodeada de una abundante y frondosa vegetación, así como también se puede sentir que es un lugar diseñado para el descanso y la relajación.
El recorrido al que nos invita está lleno de detalles, historia, aire fresco y deliciosos sabores. Deben estar en la lista del visitante la Real Cartuja, antiguo monasterio del siglo XIV, el palacio del Rey Sancho, el Centro Cultural Costa Nord y la Iglesia Parroquial de San Bartolomé que data del siglo XIII.
Otro lugar emblemático por conocer es la casa natal de la única santa de la isla, Sor Catalina Thomas, una figura muy importante del VXI quien es conocida con el nombre de ¨La Beateta¨.
Parte de la historia de Valldemosa cuenta que el compositor polaco Frédéric Chopin y su amante, la escritora francesa George Sand, pasaron allí el invierno de 1838-39, donde el músico compuso sus Preludios Op 28 y Sand escribió Un invierno en Mallorca.
Los jardines de la Cartuja es la atracción principal del pueblo, los cuales prometen un encantador paseo, donde aparecen tras su recorrido las esculturas de Chopin o del Arxiduc Lluís Salvador, personalidades de la cultura mallorquina.
Qué afortunados deben sentirse los mallorquines al tener un lugar así tan próximo del centro de la ciudad, y para los turistas desde luego, que van descubriendo ese aire fresco y la tranquilidad de este pueblo cerca del mar. Ambos disfrutan de las terrazas mientras pasean, prueban la coca de patata, un dulce típico de la zona, y se refrescan bebiendo una deliciosa horchata de almendra.
Luego de pasar por la estrecha calle del Palacio del Rey Sancho, la visita tiene cierre de oro cuando llegamos al «Miranda des Lladroners«, un mirador desde el cual se aprecia Palma de Mallorca enmarcada en pinos y curvas sinuosas de cientos de montañas. Para los amantes de la fotografía es una maravilla, y también para aquellos que desean un recuerdo romántico o para logar el tan de moda selfie, allí obtendrán una vista panorámica de la zona baja del pueblo.
Valldemosa se convierte así en un pueblo de la isla de Mallorca que debemos conocer, y al que sin lugar a dudas desearemos volver. Caminar por callejuelas llenas de flores y los majestuosos paisajes que nos regala la Sierra de Tramuntana, es un privilegio que perfectamente se puede alternar con las visitas a las hermosas y apetecibles playas con mar Mediterráneo.
Los auténticos placeres de la vida toman la forma de espacios como estos, en ellos es posible respirar aire puro, y llenar la mirada de ese verdor tan necesario dentro de la vida apresurada que llevamos. Es importante visitarlos y cuidarlos, e invitar a otros a que se acerquen y conozcan ese regalo que está en lo más alto de la isla de Mallorca llamado Valldemosa.
Autora del texto y fotografías: Mariana Campos









